Unir la poesía con la casquería parece una extravagancia, pero no lo es para los escoceses, que han ligado a su vate nacional Robert Burns con su plato más típico, el 'haggis'.
Esta exquisitez consiste en un embuchado a base de asadura de cordero.
Es un plato de origen humilde, puesto que aprovecha las vísceras que paladares más refinados desechaban.
Pero de tal forma arraigó en el acervo culinario de aquellas gentes que el poeta le dedicó una oda; y, en justa correspondencia, el pueblo le asignó a él una fiesta anual, el 25 de enero, la Cena de Burns, y en las mesas esa noche se sirve el 'haggis' y se recitan los versos que aquél compuso en loor del sabroso mondongo.
El 'haggis' ha pasado a ser una comida popular y se sirve en muchos pubs escoceses, en los que comparte carta con otros típicos en toda Gran Bretaña como los pasteles de carne y riñones, las salchichas, el roast-beef...
Hay, además, recetas derivadas como el 'haggis Balmoral', que toma nombre del castillo escocés en el que pasa sus veranos la familia real británica.
La 'real' receta consiste en envolver el contenido de la 'morcilla' en filetes de pechuga de pollo.