Con queso
El queso es el ingrediente que más suele gustar, tanto a los peques de la casa, como a los no tan peques.
Y es que no hay nada como un buen queso cremoso fundido a fuego lento, el contraste de texturas del queso y la tortilla de patata blandita es ideal.
La mezcla entre el queso y los vegetales es perfecta, permite muchísimas propuestas como la tortilla de espinacas y queso, de calabacín, espárragos trigueros, ajos tiernos…
Pero si eres amante de los quesos más curados como el manchego, te recomiendo dejarlo como ingrediente único para no renunciar a la potencia del sabor.
Con vegetales
Cualquier vegetal combina deliciosamente con la tortilla de patata, guisantes, pimientos, calabacín, zanahoria, berenjena, espinacas, champiñones, setas, espárragos, judías verdes, brócoli, cebollino…
Además es una buena alternativa para que los niños puedan comer una pequeña cantidad de verduras de una forma oculta y sobre todo de una manera más divertida, y para ayudarnos podemos acompañarla de un puré o sopa de verduras, una ensalada, menestra…
Con pescado
A primera vista puede parecer una combinación extraña, pero cada vez vemos más la utilización del pescado o marisco en la realización de la tortilla de patata.
Las más conocida son: la tortilla de patata con palitos de cangrejo y mayonesa, con gambas o camarones, con salmón ahumado, con bacalao, con bonito, con atún, con sardinas, gulas, anchoas…
Todas estas combinaciones son recetas más “tradicionales”, pero existen ingredientes mucho más originales y combinaciones sorprendentes para añadir a la tortilla y que deberiamos probar porque nos puede sorprender gratamente, como por ejemplo la tortilla de patata con paté, con sobrasada, con soja, con datiles, con manzana asada o caramelizada, con ajo negro…
Y no solo se puede innovar en los ingredientes sino también en la forma de cocinarla, por ejemplo existen versiones cocinadas con nuestra querida Coca-Cola o con cerveza.