Las ensaladas pueden ser una buena manera de obtener vitaminas y minerales importantes, aportan fibra y pueden ser equilibradas siempre que usemos la cantidad justa del aliño adecuado.
Incluir vegetales crudos en nuestro día a día es una buena costumbre que a veces nos cuesta cumplir.
Acompañar los platos principales con patatas fritas, salsas u otros acompañamientos menos interesantes a nivel nutricional hace que releguemos a un segundo plano las ensaladas , un plato fresco que sirve para aumentar de forma considerable la ingesta de vegetales diaria y que por si solos pueden constituir un plato fácil de preparar, rápido y con todos los elementos que podamos necesitar en una comida.
Resultan además platos coloridos que invitan a sentarse a la mesa además de poder ser preparadas con elementos que aporten distintas texturas y hagan que degustarlas sea un auténtico placer.
Es conveniente incluir algo de grasa en la ensalada.
Mezclar vinagre o zumo de limón con aceite de oliva virgen extra es una buena base para un aderezo casero, el cual podemos complementar con pimienta negra y otras especias o aromáticas.
Para controlar el aporte de sal, grasas y calorías podemos sustituir el bacon y los picatostes por frutos secos, semillas o quesos frescos.
Si, además, queremos una ensalada variada podemos añadir elementos ricos en fibra como legumbres , verduras crudas, frutas frescas y secas, siempre y cuando estas no incluyan azúcares añadidos y también algún grano o cereal integral como quinoa , arroz integral, mijo, etc.
Incluir una proteína en nuestras ensaladas es perfecto para convertirlas en una comida completa, por ejemplo, las legumbres antes mencionadas, pechuga de pollo o pavo a la plancha, salmón , huevos duros , tofu o tempeh salteado.