El proceso de siembra y recolección de las cebollas necesita de una acción fundamental para lograr que la cebolla crezca más.
Esta acción se conoce como el pisado que se efectúa sobre la parte verde que sobresale en la superficie de la tierra.
La técnica de pisar las cebollas consiste en doblar la parte verde de las plantas de manera que corte el flujo de energía hacia la parte superior.
Esto permitirá que todos los recursos los concentre en la propia cebolla que está creciendo bajo tierra, ayudando así a obtener un fruto de mayor calidad y tamaño.
Por supuesto, no se trata de pisarlas con los pies como la misma palabra hace referencia, sino hacerlo con delicadeza para no dañar al fruto bajo tierra.
Las cebollas se pisan entre el 20 y el 25 de junio, cuando se da inicio al período de verano.
Sin embargo, aquí lo que importa es contar el tiempo correcto desde el momento en que se sembró la planta.
La idea principal es evitar que la planta florezca para que no gaste energía y recursos nutricionales en ellas, sino que las concentre en el crecimiento del fruto.
Para las plantas, el proceso reproductivo es muy importante y, en este caso, las cebollas gastan mucho esfuerzo en sus flores porque son las que darán las semillas.
Si la flor nace o las cebollas son extraídas de la tierra antes de tiempo, existirán problemas en su crecimiento y, en algunos casos, en el sabor.