Las plantas medicinales han sido utilizadas para combatir una amplia variedad de enfermedades, malestares y dolencias en los seres humanos.
Muchas de esas hierbas curativas, con el tiempo, se convirtieron en medicinas, pero otras más siguen utilizándose de forma natural desde entonces, como remedios tradicionales para aliviar síntomas leves o como complemento a los tratamientos médicos convencionales.
Entre los usos medicinales de la manzanilla están la digestión, los nervios, mejorar el sueño, la neuralgia, la fiebre, el reumatismo, la conjuntivitis, el dolor de oídos, la vaginitis, las afecciones oculares, la esterilidad femenina y la afección en vías respiratorias.
Estas pequeñas flores se componen de vitaminas, flavonoides, fitosterina, sales minerales, mucílago, cumarinas y quercetol.
Por sus efectos sedantes, es buena para combatir la agresividad, irritabilidad y la neurosis, también se utiliza para enfermedades respiratorias, dolor de cabeza, alergias y digestión.
Muy poco conocida, la equinácea es una planta originaria de Norteamérica que se ha utilizado tradicionalmente para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir resfriados y gripes.
La cúrcuma es una especia común en la cocina asiática y se ha utilizado durante siglos para tratar diversas dolencias, como el dolor articular, la inflamación y la indigestión.
La cúrcuma contiene un compuesto llamado curcumina que tiene fuertes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Se ha demostrado que la cúrcuma es eficaz en el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas, como la artritis y la enfermedad inflamatoria del intestino.
Es fundamental recordar que aunque las plantas medicinales descritas en esta nota poseen múltiples beneficios para la salud, su uso debe ser moderado y supervisado por un profesional de la salud.
La automedicación con plantas medicinales puede ser riesgosa y perjudicial para la salud.